Sabemos que una de las cláusulas más relevantes y controversiales del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá es la laboral por las demandas de los socios comerciales a México, que incluso pusieron en riesgo el acuerdo.
En parte, derivado de estas solicitudes de regulación del trabajo en México, nuestros legisladores aprobaron la Reforma laboral, misma que por ahora está en proceso de implementación; no obstante, hay muchas disposiciones que ya están en vigor y los patrones deben atender.
LEE: PARA QUÉ SIRVE EL AUTODIAGNÓSTICO FRENTE AL T-MEC
El miembro de la práctica laboral y compensaciones de Baker McKenzie, Humberto Ruiz, advirtió que las consecuencias de hacer caso omiso pueden ser:
- suspensión del trato arancelario preferencial
- exigir cumplimiento por parte de autoridades mexicanas
- imposición de sanciones sobre las mercancías manufacturadas o servicios suministrados en la instalación cubierta
- denegación de entrada de mercancías
- daño reputacional
Por ello, durante el Webinar organizado por FINSA “Desafíos 2021 para líderes empresariales; Panorama económico y laboral en México” el especialista recomendó a las empresas:
- revisar y analizar la estructura sindical actual de cada empresa, considerando cada centro de trabajo
- los “sindicatos blancos” no son una opción y representan un riesgo comercial importante
- desarrollar un plan de comunicación con sindicatos y empleados para llevar a cabo el proceso de legitimación
- verificar si los estatutos de los sindicatos cumplen con la Reforma Laboral
- proporcionar entrenamiento a los gerentes y supervisores para evitar actos de injerencia
- reiterar la libertad de los trabajadores para ser representados o no por un sindicato
