De las 650,000 viviendas abandonadas financiadas por el Infonavit, una gran parte se adquirió con subsidios federales, lo que representó un “desperdicio” de recursos tanto para el erario como para las familias, señaló el director general del Instituto, Carlos Martínez.
“El 16% de las viviendas compradas son subsidios de 2010 y hoy son parte de las 650,000 viviendas abandonadas en todo México; suficientes para dar alojamiento a 2.6 millones de personas, equivalentes a la población de una ciudad más grande que la mayoría de sus municipios que ustedes dirigen”, dijo ante presidentes municipales y anunció el Plan de Recuperación de Vivienda Abandonada.
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Durante la firma de un convenio entre la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) con municipios para el arranque del Programa de Mejoramiento Urbano, el funcionario indicó que en los planes de mejoramiento urbano que se implementarán en adelante se limitará el abandono de casas en el país.
“Los planes de mejoramiento urbano son la medida más efectiva para asegurarnos que nunca más en México una familia tome la decisión de abandonar su patrimonio por falta de servicios, equipamiento, espacios públicos y otros elementos necesarios para una vida sana, para una vivienda adecuada”.
Para el funcionario del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), la problemática de casas abandonadas fue consecuencia del modelo expansivo, indigno e irracional de desarrollo de vivienda de interés social subsidiada por un gobierno.
“El abandono de vivienda acaba siendo un desperdicio de recursos de contribuyentes y trabajadores”, aseguró al destacar que el Infonavit no volverá a otorgar créditos para ese tipo de viviendas.
Asimismo, destacó que de la mano con la Sedatu el organismo de vivienda presentará el Plan de Recuperación de Vivienda Abandonada, para el cual también se requerirá el apoyo de los municipios del país.
