La inflación de México podría registrar un cambio de tendencia a la baja en enero, aunque aún existen factores de riesgo que podrían incidir en el índice de precios, mismo que actualmente se ubica en niveles máximos, informó el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León.
Explicó que los riesgos más latentes se encuentran en la recién aprobada reforma fiscal estadounidense, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones presidenciales de México.
“En enero vamos a tener una inflexión a la baja un poco más marcada por el hecho de que el incremento en las gasolinas ya no va a estar en la medición anual”, pese a que en el año pasado, México elevó los precios del combustible debido al proceso de liberalización.
Asimismo, señaló que las autoridades monetarias mexicanas cuentan con los instrumentos adecuados para propiciar un ajuste ordenado en caso de que los riesgos inflacionarios se materialicen.
Por otro lado, refirió que el banco central aumentó a finales de diciembre los montos que ofrece en un programa de subastas de coberturas cambiarias; en tanto que hasta la primera quincena de diciembre la inflación interanual se aceleró a un 6.69%, cifra superior a las proyecciones de analistas.
