La naturaleza nos está llamando

La falta de saneamiento provoca muchas muertes alrededor del mundo y Naciones Unidas busca prevenirlas

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 .  (Foto: iStock)

Puede parecer una broma, pero el pasado 19 de noviembre se celebró el “Día Mundial del Retrete” y eso se debe a que los retretes salvan vidas porque evitan por las heces humanas propaguen enfermedades mortales. La conmemoración de ese día es porque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca concientizar sobre la crisis mundial de saneamiento y fomentar medidas que solventen esa situación.

Cerca de 4,500 millones de personas en el mundo no cuentan en sus viviendas con sistemas que supriman los excrementos en forma segura (cerca del 60 % de la población mundial) y 892 millones siguen defecando al aire libre. La exposición a las heces conlleva severas consecuencias en la salud pública, en las condiciones de vida y de trabajo de las personas, en la nutrición, educación y productividad.

El objetivo número 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030 tiene como finalidad que todo el mundo tenga acceso a un retrete accesible y seguro y que nadie practique la defecación al aire libre. De no alcanzar esa meta, Naciones Unidas advierte que toda la agenda de desarrollo sostenible estaría en riesgo.

Cada año la ONU pone en marcha una campaña relativa al día, en 2017 se echó en marcha ¿A dónde van las heces?; para 2018 , se titula “Cuando oyes la llamada de la naturaleza, necesitas un retrete”, la cual se focaliza en el hecho de los miles de millones de personas que no pueden responder de la misma manera a la llamada natural de sus instintos fisiológicos porque no tienen letrinas o con las que cuentan no pueden hacerlo de manera adecuada.

Se buscan soluciones para el saneamiento basadas en la propia naturaleza. La mayoría de estas se basan en la protección y la gestión de la vegetación, los suelos y los humedales, incluidos los ríos y lagos, como las siguientes:

  • letrinas con estercolero que recojan y traten los deshechos humanos en el mismo retrete, y produzcan así un suministro gratuito de fertilizantes que puedan ser usados posteriormente para cultivos, y
  • humedales y cañaverales construídos por el hombre que filtren las aguas residuales antes de que vuelvan nuevamente a los ríos