Tipos de fraudes financieros y cómo evitarlos
Dr. Rubén Darío Merchant Ubaldo
Experto en compliance estratégico y catedrático de posgrado de Derecho, Criminología y Alta Dirección
- 2023-12-07
Un experto guía a través de los distintos tipos de delitos financieros, desde el fraude cibernético hasta la clonación de tarjetas
Dentro de la gama de delitos establecidos en la legislación penal que afectan al patrimonio de las personas están el robo, el daño en bienes, el despojo, el abuso de confianza, la extorsión y el fraude, este último cuenta con diversas modalidades como el fraude genérico, fraude equiparado, fraude familiar, defraudación fiscal y defraudación a los regímenes del seguro social.
En la actualidad, se observa un aumento significativo en la comisión de delitos financieros, donde individuos buscan obtener beneficios personales perjudicando la economía de otros.
La mayoría de los defraudadores, buscan obtener datos para realizar alguna acción ilícita, lo que ha llevado a que autoridades investigadoras, como el ministerio público, policías, abogados defensores y asesores jurídicos se especialicen en combatir estos delitos.
Como ciudadanos, nos enfrentamos a la creciente amenaza de fraudes financieros, especialmente en el ámbito cibernético. Es esencial que la sociedad conozca estas amenazas y aprenda a prevenirlas. Aquí se presentan algunas de las prácticas más comunes.
Se manifiesta de diversas formas, como:
Las pseudoempresas que ofrecen créditos exprés con tasas bajas y sin consultar la información del solicitante o sin pedirle un aval son una amenaza. Las víctimas más frecuentes de los créditos exprés, también conocidos como “créditos milagro”, son personas que no pueden acceder a créditos a través de instituciones tradicionales o de empresas fintech. Para evitar caer en estas estafas se recomienda verificar si la empresa que promete un crédito está regulada por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), y si cuenta con el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES), la cual es una herramienta digital, que tiene como objetivo proporcionar al usuario información detallada, sobre todas las instituciones financieras que hay en el mercado.
El esquema “piramidal”, es un mecanismo que promueve que cada persona participante invite a un grupo de al menos dos conocidos, a invertir en un negocio determinado y cada uno de ellos a su vez involucre a otras dos personas y así sucesivamente.
Esto por lo general, pierde impulso y termina en un gran fraude en el que se prometen elevados rendimientos a los participantes y, al final, únicamente los promotores de arriba de la pirámide; es decir, los que inician el negocio, son los que sí reciben los recursos de las personas que participaron después. Para evitar ser víctima:
El Banco Central Europeo, define a una criptomoneda como una moneda virtual que se crea y se almacena electrónicamente. Actualmente, existen una diversidad de monedas virtuales que ha ido ganando terreno, la principal diferencia que existe entre estas, es el sistema algorítmico que utiliza, entre las más conocidas se encuentran el Bitcoin, Litecoin, Dashcoin, Ethereum y Ripple. Si se decide incursionar en esto, debe saberse que:
Evitar ser víctima en nuevas modalidades de fraudes a través de los cheques; esto es, los estafadores se acercan a las personas en las filas del banco y les ofrecen cambiar su cheque, sin que tengan que estar tanto tiempo formados en una fila. Una vez que los delincuentes tienen el cheque en sus manos, se los llevan y modifican algunos elementos como: cambio de nombre del portador, modifican el monto a cobrar y lo endosan a su nombre.
El defraudador aprovecha la firma del emisor para que el banco pueda aprobar el cambio. Posteriormente, acude a cobrar el cheque y endosa la cantidad a favor de un tercero para cobrarlo. Finalmente, días después, el emisor del cheque recibe una notificación donde se le informa que se cobró el cheque, pero por una cantidad diferente a la que fue emitida.
Por ello, frente a esta forma de operar, se recomienda esperar el tiempo que sea necesario en la fila, y así, evitar cualquier tipo de robo y fraude. Asimismo, si se emite un cheque debe ser en forma nominativa; es decir, que mencione el nombre de la persona a quien se extiende dicho título de crédito, guardando los comprobantes de cobro y emisión
Acudir a los cajeros automáticos para retirar efectivo con tarjeta exige estar siempre alerta, pues es uno de los momentos que aprovechan los delincuentes para robar el dinero mediante una táctica conocida como “tallado de tarjetas”.
El delincuente se acerca para ofrecer ayuda y toma la tarjeta de la víctima, argumentando que se debe tallar o limpiarla para que el cajero automático no tenga problemas para leerla, pero lo que en realidad hace, es que la cambia.
Después el tarjetahabiente, sin que se haya percatado ingresa al cajero la tarjeta falsa y el NIP, el cual es captado por un cómplice, posteriormente, ambos se alejan con el código y la tarjeta de la víctima. ¿Cómo evitarlo?
La clonación consiste en robar la información contenida en tu plástico, por medio de dispositivos electrónicos llamados skimmers, para transferir posteriormente esta información a una nueva tarjeta vacía y así realizar operaciones fraudulentas. Para evitar ser víctima se debe:
Dentro de la informalidad existen las famosas “tandas”, quien la organiza se puede quedar con el dinero y no repartirlo; asimismo, existen cajas de ahorro que viven de la ilegalidad ofertando sus servicios y quedándose con el dinero de los usuarios. En ambos supuestos, no están registrados o avalados ante las autoridades de gobierno en materia financiera, lo que dificulta su exigibilidad. ¿Cómo prevenirlo?
Se debe recordar que el delito evoluciona constantemente y hasta el momento la tipología de delitos financieros descritos, son los que mayormente se cometen en la sociedad; por tanto, la mejor manera para evitar ser víctima, es conociendo sus distintas manifestaciones y recomendaciones de prevención, mismas que están disponibles en las páginas oficiales de las entidades financieras de cada país. También se recomienda difundir la información a otras personas; o en su caso, asesorarse de algún abogado especialista en la materia.