Las tecnologías biométricas satisfacen e incluso superan las expectativas de los usuarios. En IDC, te platicamos cuáles son sus beneficios
A pesar del auge de la banca digital, los cajeros automáticos siguen siendo esenciales. Brasil lidera con casi 160,000 ATMs, seguido por México con más de 63,000 en marzo de 2024, según el Banco Mundial y datos de la CNBV y BBVA. Este escenario resalta la necesidad de soluciones biométricas que, además de su valor práctico, plantean un debate crucial sobre la ética y la privacidad. Lo anterior, de acuerdo con un comunicado de HID Global para América Latina.
La biometría ya es una realidad en la banca. Soluciones como el reconocimiento facial y la huella dactilar optimizan la incorporación de clientes, agilizan la verificación de identidad y refuerzan la seguridad ante fraudes crecientes. Los bancos, siempre atentos a la innovación, están adoptando activamente estas tecnologías avanzadas.
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Para 2025, se espera que la adopción de la biometría se expanda aún más, moldeando el panorama de la autenticación y verificación de identidad. A continuación, te presentamos las 10 tendencias biométricas que definirán este futuro, de acuerdo con HID Global:
biometría sin contacto: la demanda de seguridad no invasiva e higiénica impulsa el desarrollo de sistemas biométricos que eliminan el contacto físico, como el reconocimiento facial y la lectura de huellas o palma de la mano
biometría multimodal: la integración de diversas modalidades (facial, huella, voz) en sistemas de autenticación única será más común, mejorando la seguridad y la experiencia del usuario con múltiples capas de verificación
evaluación de calidad de imagen: la captura de imágenes de alta calidad es vital. Los escáneres biométricos deberán incorporar tecnologías avanzadas que se adapten a entornos desafiantes como bancos y aeropuertos, considerando iluminación, diversidad demográfica y clima
biometría con IA y aprendizaje automático: la inteligencia artificial potenciará las soluciones biométricas, aumentando su precisión y capacidad para defenderse contra amenazas como los deepfakes, garantizando la fiabilidad de los sistemas
detección avanzada de ataques de presentación (PAD): Los PAD usarán algoritmos de IA para identificar microexpresiones y distinguir entre personas reales y falsificaciones, reduciendo los riesgos de fraude en el momento de la captura de imagen
biometría en el borde (edge computing): el procesamiento de datos biométricos directamente en los dispositivos, sin servidores centrales, ofrecerá menor latencia, mayor privacidad y autenticación en tiempo real, especialmente útil en reconocimiento facial
autoservicio con biometría: la creciente preferencia por experiencias autónomas impulsará la integración de cámaras de reconocimiento facial en quioscos, ATMs, terminales de pago y torniquetes electrónicos para una autenticación rápida y segura
consideraciones éticas: la ética cobrará mayor relevancia. Los proveedores se enfocarán en reducir sesgos algorítmicos y promover la inclusión, fortaleciendo la confianza pública en el uso responsable de la tecnología
privacidad y seguridad de los datos: la privacidad será una prioridad. Regulaciones como LGPD, GDPR, BIPA y CCPA seguirán influyendo en la recopilación y uso de datos biométricos, enfatizando el control individual y la transparencia
expansión de la biometría en diversos sectores: empresas de múltiples sectores adoptarán la biometría para optimizar procesos y aumentar la eficiencia, ofreciendo una alternativa más segura y precisa a las contraseñas y verificaciones manuales.
La biometría avanzará buscando un equilibrio entre conveniencia, responsabilidad ética, protección de datos y privacidad, aprovechando la biología humana para proteger nuestro universo digital.
Para los bancos, estas tendencias no solo son una evolución tecnológica, sino una transformación fundamental en la relación con los clientes. La biometría se consolida como un pilar estratégico de seguridad, agilidad y personalización, tanto en canales digitales como físicos, incluyendo los cajeros automáticos.
El boletín concluye enfatizando que, en América Latina, donde la infraestructura bancaria presencial sigue siendo predominante, la integración de soluciones biométricas inteligentes permitirá al sector equilibrar tradición e innovación, garantizando confianza y practicidad al usuario. Al adoptar estas tecnologías de manera ética y transparente, los bancos tienen la oportunidad de fortalecer su reputación, aumentar la eficiencia operativa y construir una experiencia más segura y fluida para sus clientes en 2025 y más allá.