Los obsequios son objetos o servicios que una persona entrega a otra de manera voluntaria y sin esperar nada a cambio.
En las empresas para conservar a los clientes más importantes o para fomentar las ventas se entrega una serie de obsequios como ropa, joyas, libros, gadgets electrónicos, o intangibles, como experiencias, servicios.
De ahí que es vital conocer qué manejo tributario tienen.
ISR y los regalos
En materia del Impuesto sobre la Renta (ISR) no son deducibles los obsequios, las atenciones y otros gastos de naturaleza análoga con excepción de aquellos que estén directamente relacionados con la enajenación de productos o la prestación de servicios, siempre y cuando sean ofrecidos a los clientes en forma general (art. 28, fracc. III, Ley del Impuesto sobre la Renta -LISR-)
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Tratamiento en IVA
Para el Impuesto al Valor Agregado (IVA) se entiende por enajenación toda trasmisión de propiedad. No obstante no se considera enajenación, la transmisión de propiedad que se realice por causa de muerte, así como la donación, salvo que esta efectúen empresas para las cuales dicha donación no sea deducible para los fines del ISR (art. 8o., Ley del Impuesto al Valor Agregado -LIVA-)
El precepto 26 del Reglamento de la LIVA precisa que se consideran transmisiones de propiedad, las realizadas por las empresas por las que no se está obligado al pago del impuesto, los obsequios que efectúen, siempre que sean deducibles en los términos de la LISR.
En consecuencia, si las empresas entregan obsequios a sus clientes y cumplen con la generalidad establecida en la LISR, el gasto es deducible y no es objeto de la LIVA.
¿Qué es una empresa?
El numeral 16, segundo párrafo del Código Fiscal de la Federación señala que se considera empresa, la persona física o moral que realice las siguientes actividades:
- comerciales
- industriales
- agrícolas
- ganaderas
- pesca, y
- silvícolas
