La tecnología avanza a gran velocidad y eso hace necesario que las empresas adopten nuevas tendencias para estar a la vanguardia y cubrir las necesidades de sus clientes o consumidores. El rubro de las finanzas no es la excepción, actualmente se busca utilizar ecosistemas abiertos, como lo es el Open Banking, un concepto que comparte datos financieros de manera segura y estandarizada, a través de interfaces y plataformas tecnológicas, lo que permite a los clientes tener un mayor control y acceso a su información financiera.
El nombre hace referencia a que usualmente, en la práctica, los datos financieros de clientes se mantenían en sistemas “cerrados” por las instituciones bancarias, lo que implica que exista una evolución y avance en estos servicios. Algunos de los aspectos clave son el acceso a datos financieros, integración de servicios, innovación, incremento de competencia, seguridad, control y transparencia.
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¿La regulación mexicana prevé el Open Banking?
En México ya existen indicios del proceso, e incluso algunos jugadores que dan avances en la adopción y regulación; sin embargo, no se ha implementado del todo. De acuerdo con José Miguel Ortiz Otero, Socio Industrial del despacho Sánchez Devanny, “aunque el proceso de implementación del Open Banking en México está aún en curso y llevará tiempo, se espera que una vez que esté completamente desarrollado, brinde grandes beneficios a los usuarios de sistemas financieros”.
“Hay que destacar que en México contamos ya, desde hace más de cinco años, con una ley específica en el tema, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera” o “Ley Fintech”, como se le conoce entre los agentes, instituciones y practicantes”, agregó Ortiz Otero.
Beneficios del Open Banking
El uso del Open Banking implicará mayor innovación y eficiencia, además de beneficiar a una amplia gama de agentes en el sector financiero, e incluso en otras áreas o mercados relacionados; por ejemplo, instituciones de banca múltiple, entidades financieras tradicionales, empresas de tecnología financiera o Fintechs, empresas de gestión patrimonial, asesores de inversiones y servicios financieros, comercio electrónico y empresas de análisis de datos, entre otros.
Existe una sociedad, MONET, la cual está enfocada en la inclusión financiera responsable en Latinoamérica. Principalmente ha trabajado en Colombia, pero está generando iniciativas para llevar a cabo operaciones en México, al ofrecer un producto de crédito inclusivo a la población que tiene menor acceso a sistemas financieros.
“El Open Banking, nos permitió crear nuestro propio motor de riesgo alternativo de crédito para trabajar con la población tradicionalmente excluida de los créditos formales. E implica un primer paso para la democratización de los servicios financieros, lo que da mejor acceso y mayor competencia económica”, declaró Miguel Londoño Gómez, COO & Legal Director de Monet
¿Qué es la democratización de los servicios financieros?
La democratización de los servicios financieros consiste en generar estrategias que hagan accesibles y asequibles dichos servicios, para un mayor número de personas, independientemente de su nivel de ingresos, ubicación, historial crediticio u otras barreras. Es decir, se busca un acceso universal, lo que implicará que los usuarios tengan mayor educación financiera, sin dejar de lado el aspecto tecnológico, de innovación y disrupción, mediante la inclusión digital.
En México resulta importante este punto, porque puede beneficiar tanto a las empresas, como a la población en general, pues existe un gran porcentaje de la población que no tiene acceso a servicios financieros, o incluso no los conoce. Por lo que se les puede acercar a los servicios básicos, y con ello, que tengan cuentas de ahorro, préstamos o créditos y seguros, lo que contribuye a cerrar la brecha digital y financiera.
Lo que se espera es que la democratización de servicios financieros en México genere un impacto positivo tanto en las empresas como en la población, apuntando a impulsar el crecimiento económico y la inclusión social.
