Durante los últimos cinco años el gobierno dejó de percibir aproximadamente el 3.5% del PIB, debido a los gastos fiscales, este monto es equivalente a aproximadamente 90% del total de la recaudación del IVA.
Los gatos fiscales son el tratamiento especial que se le da a ciertos impuestos como el Impuesto Sobre la Renta Empresarial (ISRE), el Impuesto Sobre la Renta de Personas Físicas (ISRF), el IVA y otros gravámenes especiales o estímulos fiscales.
De acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestal (CIEP), el IVA es el que representa un monto mayor dentro de los gastos fiscales totales, con 40%, en promedio, del total. Medido como porcentaje del PIB, este gasto fiscal significó el 1.4% entre 2015 y 2019.
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Por su parte el gasto en ISRE incrementó en el periodo 7.45% su representación del PIB y el ISRF un 1.8% más de lo que significó en 2015.
Mientras que el otorgamiento de estímulos fiscales se incrementó de 0.22% del PIB en 2015 al 0.89% para 2019, impulsado, principalmente, por el Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS) a diésel y gasolinas.
Al respecto, el CIEP consideró que existen presiones fiscales para el país, derivadas de un espacio fiscal reducido debido a la baja recaudación y gastos crecientes en pago de pensiones y salud.
Por lo que podrían evaluarse periódicamente cada uno de los gastos fiscales para determinar si cumplen con el objetivo por el que fueron creados.