¿Eres adicto a whatsapp?

Conforme la dependencia avanza, el individuo se aísla, baja su rendimiento escolar o en el empleo

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 .  (Foto: iStock)

Whatsapp cumplió 10 años desde su lanzamiento, para 2018 contaba con 1,500 millones de usuarios que lo utilizan para socializar o para trabajar. Sin embargo, también hay algunas personas que se volvieron adictas a la aplicación.

Erika Villavicencio Ayub, coordinadora de psicología organizacional de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, afirmó que hay una discusión sobre si su uso intensivo es una adicción, pese a que no se encuentra en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), pero por recientes estudios y los síntomas detectados sí podría tratarse de una adicción a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

De acuerdo con la académica, hay algunos indicadores para saber si somos o no adictos: el tiempo excesivo dedicado a esta aplicación, mentir sobre cuánto se usa e, incluso, presentar alucinaciones o vibración fantasma.

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Conforme la dependencia avanza, explicó, el individuo se aísla, baja su rendimiento escolar o en el empleo, recibe quejas de gente cercana por conectarse constantemente, entra en ataque de ansiedad cuando no tiene acceso o la batería está por agotarse, y aunque intenta limitar su uso, no lo consigue.

También experimenta altos niveles de ansiedad, depresión, fatiga, alteraciones de concentración y memoria, y un alto reforzamiento porque el cerebro recibe una sensación placentera al usar la red.

Por último, el adicto sufre negligencia y falta de autocontrol, acompañado de intolerancia y una necesidad de dosis cada vez mayores para obtener los efectos deseados.

Algunas empresas reportan bajas en el desempeño de su personal, o en las interacciones con los compañeros. Esto también ocurre en el ámbito escolar, pues los adolescentes y jóvenes son los principales adictos.

Villavicencio Ayub refirió que esta dependencia en los jóvenes ha avanzado a niveles alarmantes; incluso se han registrado muertes vinculadas con su uso en diferentes partes del mundo.

Por ejemplo, su utilización ha incrementado la tasa de accidentes vehiculares porque los conductores se distraen cuando atienden sus mensajes, o los peatones se ponen en riesgo al cruzar las calles mientras contestan su chat.